22.5.10

Primer Volumen:

Una sombra en la noche

Una ciudad de leyenda, por donde la niebla
como una serpiente repta. El cielo a menudo llora
por la tristeza que evoca. Almas en pena por
doquier, vagan entre callejuelas sin ningún destino.

En la oscuridad, una sombra. En la noche, un
destello. El miedo y el terror es su mensaje. La
caricia de la Luna, su firma. Entre calles las buscaba
y en ellas las encontraba. Almas vendidas al placer.

Un señor en la vida, un maestro en la muerte.
Las busca sin demora y a él, ellas vienen. Con la
primera, no hubo duda y su aliento sentenció.
Con paciencia y destreza, su labor acabó.

En su mirada no hay locura, sino una gran
compasión. Su pulso es firme y su trabajo
magnifico. Sus almas extrae y tan solo vacíos
cascarones deja. Nadie lo ve, nadie lo oye.

Escarlata liberada. Sin castigo ni condena,
no hay prisión para una sombra Tal vez cinco,
tal vez siete, nadie sabe consigo cuantas almas
se llevó. Ahora y por siempre, un susurro nada más.

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